Los lectores portátiles permiten que el usuario utilice la tecnología en el punto de trabajo, ya sea en una tienda, almacén o en el muelle de recepción de mercancías. Representan la elección económica perfecta en aquellos casos en los que resulta más práctico llevar el dispositivo de lectura y escritura al objeto con la etiqueta, en lugar de tener que llevar los objetos hasta un lector fijo. El RFID portátil también resulta ideal para su uso en campo en el seguimiento de activos, aplicaciones de servicio en campo y para empleados móviles.